El año se caracterizó por condiciones climáticas variadas, que, aunque desafiantes, ofrecieron oportunidades únicas. La falta de lluvias, aunque fue un factor predominante, permitió que las vides se adaptaran y mostraran su resistencia. El clima favorable hacia el final de la temporada, con lluvias intermitentes pero beneficiosas, ayudó a optimizar las condiciones y permitió una maduración completa y equilibrada de la uva. Esta combinación de factores climáticos, culminó en una cosecha que, si bien exigió esfuerzo, resultó ser sumamente gratificante.

De capa media baja, un color rubí brillante, de aspecto muy ligero y delicado. En nariz destacan las bayas y frutos rojos, rodeados de aromas especiados y balsámicos, con recuerdos a laurel y eucalipto, además de unas agradables notas tostadas. La boca es fresca y ligera, muy alegre pero con amplitud, con un tanino bien integrado que le da estructura y un aromático retronasal.